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jueves, 2 de diciembre de 2010

Estaré pensando en tí.

Levanté la vista para quedar mirando al cielo. El sol se ocultaba sobre las deslumbrantes olas que se encontraban justo frente a mí. El cielo estaba iluminado con tonos rosas y anaranjados, en señal de que mañana sería un buen día. Estiré mis piernas sobre la arena húmeda e incliné mi cuerpo hacia atrás, apoyándome sobre mis brazos. Aún con la mirada alta, cerré los ojos lentamente al tiempo que los últimos rayos de sol del día se posaban en mi piel. Pronto, la luz se fue apagando, dejando paso a la resplandeciente luna que se apoderaría de aquella noche en cuestión de algunos minutos.
Respiré con hondo, en un intento de llevarme todo cuanto pudiera de mis vacaciones en la playa.
-¿Cuánto tiempo nos queda?-preguntó detrás de mí aquella melódica voz, que sin duda echaría mucho de menos. Abrí los ojos con rapidez al momento que lo escuche. No tenía idea de
que él se encontrara tras mio. Volteé para poder observarlo.
-No mucho tiempo-contesté desviando la vista al cielo nuevamente-.Mis padres están preparando el auto para irnos ya...-Una nota de angustia recorrió mi voz. Cerré los ojos
y suspiré en un intento, sin éxito, de ocultarlo de él.
-¿Y porqué te preocupa?- Se sentó a mi lado y sus cálidas manos, envolvieron las mías despacio. Mi mirada se posó en nuestros dedos entrelazados y luego, en sus ojos cafés que me observaban con cautela.
-No quiero dejarte-Aparté mis ojos de él, intentando esconder mi expresión de tristeza.
-Solo será por un tiempo, hermosa-Susurró. Con dos de sus dedos, tomó mi mentón, obligándome a mirarlo-.Pronto volveremos a estar juntos. Lo prometo.
Besó mi frente al tiempo que yo cerraba mis ojos. Posó la suya junto a la mía y esperó en silencio. Intenté tragarme todas las emociones que emanaban en mí, y eliminar el nudo que se había formado en mi garganta de tan solo imaginarme estar lejos de él durante meses. Alejó su rostro del mío, y tor
ció el gesto intentando fingir una sonrisa, mientras evaluaba mi expresión.
-¿Qué te preocupa
?
-volvió a preguntar, esta vez, con una nota de preocupación en su voz.
Dudé un segundo antes de contestar a su pregunta, no estaba del todo segura de poder hacerlo.
Suspiré y me volví para ver el cielo nocturno.


Continuará...